Tecnologías de la Experiencia, ensaya un ambiente de percepción expandida que cuestiona la categoría de lo “tecnológico” como un sistema moderno que media nuestra relación con la realidad a través de la hiperdigitalización. En su lugar se propone una estrategia de subjetivación de lo científico en diálogo con conocimientos ancestrales del contexto ecuatoriano. Se propone una investigación especulativa bajo la pregunta ¿podemos pensar en diferentes conocimientos situados de lo tecnológico o, siguiendo a Yuk Hui, cosmotécnicas?

El proyecto toma dos temáticas centrales: Lo Arqueológico / archivístico: El interés en objetos precolombinos y los conocimientos impregnados en estos elementos históricos que apuntan a relaciones entre la geometría, forma, sonido y que cuestionan el positivismo occidental en el que el pensamiento científico se impone como un paradigma absoluto. Lo Biológico: La consciencia reciente sobre la relación simbiótica que mantenemos con el universo microbiológico. ¿Cómo podemos hacer evidente, experimentar y pensar críticamente nuestro constante diálogo con la dimensión microorgánica? Tal vez la expansión de nuestros sentidos a través del arte y las nuevas tecnologías nos posibiliten develar esa conversación.

El proyecto Tecnologías de la Experiencia responde a una incomodidad epistémica del sujeto frente a la estructura jerárquica del conocimiento occidental. Este proyecto se pregunta si es posible fracturar el orden moderno de conocimientos que condiciona cómo experimentamos lo tecnológico y lo científico. Desde un punto de vista decolonial es necesario un giro epistemológico para liberarnos de categorías simbólicas previas y especular con sistemas cosmodiversos (Yuk Hui en Fragmentar el Futuro. Ensayos sobre la tecnodiversidad, 2020), es decir no dependientes de la narrativa dominante occidental. En este proyecto se tienden puentes de traducción y negociación con investigadores localizados en el campo de las ciencias naturales de la Universidad Escuela Politécnica Nacional del Ecuador (Quito) y arqueólogos del Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (Guayaquil). De esta manera se aprovecha la tensión entre el conocimiento científico y artístico de manera que ese diálogo sea igual de fructífero como cuestionador. Finalmente, este proyecto entiende la colaboración entre individuos como la posibilidad de una dimensión revolucionaria (W. Benjamin) y micropolítica (Deleuze & Guattari).

Este cuerpo de obras indaga desde lo transdisciplinar a través de la experimentación y materialización de objetos híbridos (biológicos y digitales), la experimentación háptica, la programación y el efecto de resonancia. Tecnologías de la Experiencia se plantea como un espacio de percepción expandida donde las obras toman una dimensión “coreográfica” con el espectador, a partir del desarrollo de sistemas cinéticos, programados, audiovisuales y lumínicos que juegan entre la sincronía y un efecto sincopado. La exposición busca confrontar e hibridar técnicas y dispositivos digitales, audiovisuales, de programación y fabricación digital código abierto (Raspberry Pi, Python, Arduino) con técnicas física tradicionales como la cerámica y la lutería.

Resonar / Excavar es una plataforma transitable en la que el público es invitado a caminar. Esta compuesta de un sistema de 6 altavoces de resonancia sonando en frecuencias graves que van desde los 50 Hz a los 200 Hz generados por una programación aleatoria. El efecto de este sonido es una constante vibración sincopada que se transfiere de una manera háptica al cuerpo del espectador. Esta obra revisa la investigación en el Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC) de Guayaquil Ecuador, que es base de este proyecto, y en la que se encontraron una serie de objetos precolombinos sonoros que podrían responder a usos ceremoniales y de conciencia alterada. La silueta de la plataforma responde a la recurrencia de forma espiral en las piezas arqueológicas investigadas.